
Hablar de consumo responsable es hablar del enorme poder de decisión que poseen cada una de las personas cuando se enfrentan a uno de los actos más cotidianos de nuestro día a día: la compra. ¿Podemos cambiar el mundo a través de nuestro consumo? La respuesta es: SÍ.
Hoy, 15 de marzo, Día Internacional del Consumo Responsable, queremos recordar que todos tenemos la posibilidad de hacer cada día de nuestro planeta un lugar mejor, más humano, más respetuoso con nuestro entorno y con nosotros mismos.
Desde Eticambio, comenzamos hoy a difundir nuestra campaña por el consumo responsable. Apelamos a la conciencia del consumidor para recordar tres aspectos primordiales que debemos tener en cuenta cuando compramos:
1. El Comercio Justo
¿De dónde proceden los alimentos que compro? ¿En qué condiciones se han producido? ¿ Se garantizan los derechos laborales de las personas que han trabajado en la producción? ¿Los productos que adquiero están libres de explotación infantil? ¿Se ha garantizado un pago justo a los productores por la materia prima?
Cuando hablamos de consumo responsable hablamos indudablemente de Comercio Justo, porque defendemos el respeto por los derechos humanos y la dignidad de las personas. No podemos hablar de consumo responsable sin tener en cuenta si se garantizan unos criterios éticos en las relaciones comerciales de los productos que habitualmente llegan a nuestro hogar. Son los derechos por los que ha luchado el movimiento del Comercio Justo durante toda su trayectoria.
Comprar Comercio Justo supone contribuir al desarrollo socioeconómico de los pueblos. Promovemos que los productores que trabajan para que podamos consumir cada día productos de otras latitudes (como café, cacao, azúcar de caña, etc.) puedan vivir de forma digna.
2. El Medio Ambiente
¿Se han respetado los criterios de sostenibilidad en la producción de los productos que compro? ¿Las empresas productoras están impulsando el uso de fuentes de energía renovables? ¿Cómo trabajan en la mejora de la gestión de residuos y de la lucha contra el cambio climático? ¿Permiten la degradación de su ecosistema y el matrato animal?
Como ya sabemos, el mensaje que desde hace tantos años ha difundido el movimiento ecologista se ha comenzado a observar como una realidad urgente y necesaria. Nuestro planeta está enfermo, y debemos adoptar medidas para cuidarlo.
Como consumidores responsables podemos decidir apoyar con nuestras compras a iniciativas que, a pesar de las dificultades, deciden cada día apostar por una agricultura ecológica, sin químicos perjudiciales para nuestro ecosistema. Con nuestra compra tenemos poder, y conseguimos apoyar a todos los proyectos que están creado alternativas reales para producir de forma respetuosa con nuestro medio.
3. La salud
¿Qué ingredientes contiene este producto? ¿Son naturales o aparecen aditivos artificiales? ¿Procede de cultivo ecológico? ¿Son alimentos nutritivos y con propiedades beneficiosas para el organismo?
Como consumidores responsables, y como educadores en nuestras familias, es preciso que elijamos alimentos saludables, naturales y sin sustancias que perjudiquen nuestro cuerpo.
En la actualidad nos hemos acostumbrado a convivir con los famosos aditivos artificiales, conservantes, colorantes, estabilizantes, espesantes… y un largo etcétera de sustancias que pueden ser potencialmente nocivas para el ser humano.
El consumo responsable también implica ser conscientes de lo que comemos, de informarnos de los ingredientes que contienen los productos que adquirimos. Supone asimismo conocer los métodos de producción de los alimentos, si se han utilizado químicos de síntesis o por el contrario, es de producción ecológica.
Consumir responsable es decidir cada día, ¡únete al movimiento de consumidores responsables y cambia la vida de millones de personas!